casi nada

Sombras tiranas como poseídas
por los espíritus del silencio
Recorren los ángulos de esta habitación.

A lo más alto de su viaje, a lo más hondo.
Le urgen los sueños que duermen en la garganta
asfixiando la noche más tranquila.

La penumbra llena sus ojos de sangre
al compás de caprichos quebrados,
Por la amargura de lo ajeno
te rehúsas ante la claridad de lo inestable.

Sollozas como niño indefenso en la ventana
Ansías tanto el vació
que conjuras frente a alguna mirada.
la oscuridad se tensa es ahora a ella a la que le temes

Si tendrá misterios esta noche,
que tiemblas frente a la luna.
Si tendrá lunas esta noche que caes por la mañana.