lunes, 29 de noviembre de 2010

Manos de barro

Las mismas ganas, la misma lluvia te trajo hasta acá, en realidad  no lo sé pero apostaría que fue un día de lluvia por como nos gusta verla juntos. Quedan metódicamente la cantidad de horas que ya no soporto sobre las manos y se me va  como  los acordes que tenía que hacer cuando frecuentabas otra historia.
Algún día quiero escribir una canción en un pentagrama de arena para que sepas como se robaron tus canciones todas las temporadas. Pero  ya empieza de nuevo el verano que te llevo y seguís como los silencios de mis  pentagramas y te arrastro en todos los acordes que me quedan por  salir. Por que mis manos no son las de antes si vieras como desaprendí te daría lastima que ya no me salgan. Es que cada vez que vocalizas  la historia se te va un pedazo con ella y te vas olvidando la siguiente estrofa.
Parece q la angustia esta de moda en esas canciones de amores frustrados. se puede perder tanto que lo decís sin guión, pero algún clásico siempre te recuerda en la melodía y ya no esperas nada que llene el vacío, el silencio lleno los espacio y vos seguís cantando las mismas canciones. 

jueves, 18 de noviembre de 2010

crater mental


El humo se disipa al frente de alguien que no esta, que esta ausentado. Entonces empezas a esperar la noche porque es el único lugar que te refugia entre los fantasmas vivos y muertos. Entre los espacios en blanco una tilde, un alguien que te espera que te busca. Alguien que te reconoce, alguien que no. Alguien que no todo el tiempo. ¿de que tiempo estas hablando? de ninguno por que ya no hay nada en ese espacio en blanco y no sabes de que estas hablando porque ahora la nada va a mutar  tu destino.
Ese estar arrojado en frente del humo te hace invisible. Solamente te quedan algunas caretas porque las otras están usadas y ya te reconocieron, las pocas palabras se consumieron con el humo. Estas ahí como el humo disipándose