sábado, 27 de febrero de 2010

Esperando que llueva

El tiempo es una noche que se expande en una magnitud física intrascendente. Mientras tanto esperas sin saber que y sentís todo el puto espacio respirar en tu espalda y se te caen las ganas como un avión en la cabeza
Se te cae un pedazo de aire en la cabeza sin dejar destellos en la mente cual estrella en tus pensamientos. Entonces todo empieza de nuevo. El estado no tiene gusto y te arrodillas en un rincón a esperar el amanecer para salir del tiempo que hay en tu cabeza, mientras te busca en la superficie algún péndulo para secuestrarte en un reloj de arena.
Pero esas voces en el inconciente te empujan de nuevo al espacio y te quedas en el primer rayo de sol aguantando la lluvia entre otros cuerpos que sos vos. Como si la nada te abatiera, te caes abismalmente por que esperaste siempre en la causalidad física de un tiempo.