La almohada le asfixiaba las neuronas, las sabanas enredaron su pensamiento, su mente callo de la cama esta mañana. Ya no puede escribir más, le duele una palabra en el fondo, le hostiga el sueño sonámbulo que de madrugadas deambula con los demonios de los meses que habían pasado. Le duele el frio en las manos y en la punta de nariz, le duele la palabra con errores de ortografía que la historia había disfrazado, para no envejecer sola . Le duele un río que pasa por su habitación, todos los atardeceres cuando escucha las campanas de la misa matutina, que violenta el intervalo de su inhalación. Su exhalación sabe a un nombre, sabe a alguien, sabe a un paisaje y a una canción. En la oscuridad se llevaron otoños , lo sentía mientras una espina traspasaba su pie.
jueves, 21 de mayo de 2009
Ninguno
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
jaja posta. No me había dado cuenta. ¿Sabes qué es lo peor? Todo lo escrito va a suceder algún día... yo lo sé.
"le duele una palabra en el fondo"
"deambula con los demonios de los meses que habían pasado"
muy claras imágenes y sensaciones, sos una genio amiga...
PArece que tenemos dos palabras en comun el frio y duele
(me asusta saber que por ahí pensamos lo mismo :S )
Publicar un comentario