domingo, 10 de enero de 2010

Plegaria de ganas


Hoy tenía ganas, hoy tenía la perfecta versatilidad de alguien que termina un libro, de la lluvia perdiéndose en el mar, hoy tenía mil lunas en los ojos y un cielo en los labios.
Hoy tengo ganas de escribir, tengo ganas de que tengamos ganas, las ganas que te atrapan en el infinito de todos tus éxodos, hoy tenemos un solo momento, el instante que lo precede.
Se nos pasaron los amaneceres y es que todavía sigo con esas ganas, pero solo la irreversibilidad del tiempo juega con el destino, solo somos simples aventureros.
El fuego en la tierra apura las tormentas, y el tiempo se nos va. Se nos fue por la garganta recorriendo cada cosmos con una sensación de escalofrío que estremece todos los cuerpos.
Se nos fueron las ganas, la conciencia solo permanece en el aire. Nuestras ganas son demasiado concientes y así el tiempo las ahoga para otro de tus mares.